Depresión
Se ha dicho que la Depresión es la gripa de las enfermedades del alma. La Organización Mundial de la Salud la ha descrito como un problema que afectará seriamente al mercado laboral en los años por venir. Sin duda vivimos en un mundo difícil, frustrante…
Hipócrates creía que la depresión (melancolía) era causada por un exceso de bilis negra en la sangre, y los científicos de hoy aseguran que tiene que ver con la deficiente producción de ciertos neurotransmisores (substancias químicas producidas por nuestro cuerpo para permitir la comunicación entre las células nerviosas).
Pese a ello, los anti-depresivos (que afectan la acción de los neurotransmisores en el cerebro) producen efectos lo suficientemente modestos como para que sus usuarios requieran cotidianamente consulta psicoterapéutica. Así que si bien son útiles, no constituyen por el momento una solución definitiva al problema.
La depresión no siempre es tristeza o pensamientos auto-destructivos: puede manifestarse mediante el trastorno de la función del sueño, un pesimismo intenso que no es característico del sujeto, llanto motivado por situaciones que no lo causaban, poca disposición a reír, problemas de concentración, falta de apetito gastronómico y/o sexual o fatiga inmotivada.